Hace unos días se publicó una noticia de la que hoy nos hacemos eco como objeto de crítica: “Adiós al carbón: SEPI ultima el cierre de la minería pública para crear la “Hunosa verde”.
Antes de comenzar a descuartizar, aclararemos algunos términos que pueden no quedar claros, como por ejemplo, que las siglas SEPI sintetizan a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, por lo que es un organismo del Gobierno y, por otro lado, que la novedosa Hunosa Verde no es más que la antigua Hunosa sólo, que esta vez se presenta vestida de lechuga. Tal y como se definen en su web: “organización empresarial de titularidad pública del sector energético-minero(…)propiedad cien por cien de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)”. Todo queda en casa.
Recientemente se ha publicado que la producción de carbón nacional resulta ser un negocio ruinoso y que hasta ahora se ha mantenido con vida debido a los numerosos intereses políticos. Desde que el ex-presidente Zapatero dejase al sector de la carbonería dentro de un marco estable y sólido en la Unión Europea hasta el 2018, esta energía “sucia” se ha convertido en la joya de la corona. Y Hunosa (o Hunosa Verde) , por consiguiente, en la gallina de los huevos de oro.
¿Y por qué criticamos esto? Porque recientemente el Gobierno ha anunciado un borrador donde se regula un nuevo (y con este ya van tres) Real Decreto para las Energías Renovables en el que se anuncian (otra vez más) recortes de hasta 2.000 millones de Euros. Además de ser, esta también, la semana en la que 55.000 familias van a tener que comenzar a hacer números para amortiguar el grado de alcance que este recorte vaya a conseguir. Y por si fuera poco, será también en estos días cuando las empresas comiencen a plantearse reajustes de personal, y teniendo en cuenta que las firmas a priori más fuertes van a tener que “readaptar” sus plantillas, probablemente, los más pequeños empresarios, directamente, se verán abocados al cierre o al embargo. Y como dato, y sólo como dato, las últimas “readaptaciones” contabilizadas hasta el 2013 supusieron 70.000 puestos de trabajo destruidos.
Esto significa que las renovables se están viendo obligadas a requeterenovarse tras el nuevo intento del Gobierno de cuadrar las disparatadas cifras del sector eléctrico a costa de ellas, con su correspondiente déficit de tarifa incluido, en lugar de acometer una nueva reforma del mercado eléctrico en general como ya ha denunciado la Comisión Nacional de Mercado.
Pues mientras esto sucede, el Gobierno anuncia la financiación de Hunosa Verde: el negocio ruinoso de la carbonería originalmente conocido como “Hunosa” (y punto) que ya ha costado al Estado 24.000 millones de euros. Es decir, los mandamases de Industria llevan gastada ya una cifra cuantiosa con tal de no dejar caer al sector del carbón, invirtiendo subvenciones y ayudas en un organismo que depende de ellos y de la que los principales benefactores resultan ser ellos mismos. Para entendernos, este Gobierno parece que en materia de industria y energía se regula por el modelo gubernamental no estipulado en ningún sitio “a lo Juan Palomo”.
Igual debería el sector de las renovables, en conjunto, empezar a plantearse si compensa regalarle al Ministro Soria un kit de renovables: con su molino de viento, su placa fotovoltaica, y unos huesecillos de aceitunas altamente calóricos, a ver si así se siente tan involucrado con las energías limpias que desarrolla una visión de negocio tal que comienza a decretar de forma compensatoria, pero siempre a favor de las renovables.
Redacción IDESA
