Las investigaciones para mitigar el calentamiento global causado por los crecientes niveles atmosféricos de gases con efecto invernadero, tales como el dióxido de carbono, manejan habitualmente tres enfoques: Uno es el desarrollo de fuentes de la energía alternativas. Otro consiste en captura y almacenamiento a largo plazo de gases de efecto invernadero, por lo general sepultándolos a gran profundidad en el subsuelo. El tercero es capturar dichos gases y reutilizarlos para alguna finalidad práctica.
Adoptando los dos últimos enfoques, unos investigadores en el laboratorio de Andrew Bocarsly, profesor de química en la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, Estados Unidos, han colaborado con la compañía Liquid Light Inc. de Monmouth Junction, Nueva Jersey, con el objetivo de diseñar un método eficiente de aprovechar la luz del Sol para convertir el dióxido de carbono en un combustible alternativo potencial, el ácido fórmico.
La transformación de dióxido de carbono y agua en ácido fórmico puede ser energizada por un panel solar comercial de un tipo muy común. El proceso tiene lugar dentro de una célula electroquímica, que consta de placas metálicas del tamaño de fiambreras rectangulares para el almuerzo, que contienen canales que transportan líquidos. Apilando tres células electroquímicas juntas, el equipo de investigación pudo alcanzar casi un 2 por ciento de eficiencia energética, que es el doble de la eficiencia de la fotosíntesis natural. También es la mejor eficiencia energética anunciada hasta la fecha para un dispositivo de esta clase hecho por el Hombre.
El nuevo método se vale de la luz solar para convertir el dióxido de carbono en ácido fórmico, útil para ciertas células de combustible hacia las que existe un creciente interés desde compañías de electricidad como medio en el que almacenar electricidad excedente que se pueda luego suministrar a la red. Bastantes compañías de suministro eléctrico están interesadas en almacenar energía solar en forma de ácido fórmico en células de combustible. Además, la sal de formiato, que se obtiene fácilmente del ácido fórmico, es el agente químico preferido para deshacer el hielo en las pistas de aterrizaje de aeropuertos, porque es menos corrosivo para los aviones y más seguro para el medio ambiente que las sales de cloruro. Con una disponibilidad mayor, las sales de formiato podrían reemplazar a las sales más dañinas actualmente usadas.
Fuente: DiarioEcologia.com