Ingeniería, Instalación y Desarrollo Solar

Los costes de la termosolar, principal hándicap frente a la fotovoltaica

03-Nov 2014

El desarrollo definitivo de la termosolar no se producirá hasta 2020 por culpa del desenfrenado avance de la fotovoltaica

Históricamente, los países han desarrollado su política energética en base a los precios. Siempre han tendido a lo más barato. Es lo que sucedió por ejemplo con el petróleo frente al aceite de ballena. Aparte de que también había más recursos, la principal causa fue el coste, y hasta hoy no se ha encontrado nada más barato que el petróleo de fácil extracción. Probablemente si se encuentra un combustible más económico, el oro negro tendrá que dejar paso, pero mientras tanto ahí continuará.

Algo parecido sucede con las distintas tecnologías o fuentes de energía eléctrica. El carbón pierde comba, la nuclear vieja aguanta, pero sin duda el gran avance es el que han desarrollado las energías renovables. Es cierto que en sus inicios, tanto la eólica como la fotovoltaica no encontraron demasiado respaldo por culpa de los excesivos costes (subvenciones incluidas), pero el desarrollo tecnológico ha hecho que estas energías puedan caminar por sí solas.

El último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sobre la energía solar deja un claro vencedor y un vencido, o por lo menos un no tan ganador. La fotovoltaica gana la partida por goleada a la termosolar, a día de hoy y en la próxima década. La AIE ha declarado a la fotovoltaica como la energía del futuro, prácticamente imbatible frente al resto.

Mientras, la electricidad termosolar tendrá que esperar. Según la AIE, esta tecnología tiene el hándicap de los costes para obtener resultados a corto plazo. Tendrá que esperar al decenio 2020-2030 para encontrar su hueco e igualarse en costes con otras tecnologías más maduras. Y eso es lo que hace que las previsiones de la AIE se hayan quedado prácticamente igual que hace cuatro años cuando el organismo examinó el panorama y el futuro de la energía solar en el mundo.

La AIE dice que la fotovoltaica podría costar hoy 59 euros por MWh (unos 80 dólares) en zonas de mucha irradiación, y que para llegar a esos valores en la termosolar tendrían que pasar más de 20 años.  A pesar de las ventajas que tiene la termosolar frente a la fotovoltaica, como por ejemplo el hecho de poder almacenar la energía o funcionar prácticamente a cualquier hora del día, los altos costes han declinado la balanza hacia la fotovoltaica, pero además en todas sus variedades, desde la industrial, pasando por la comercial, hasta la que se pone en los tejados de la casa.

Las grandes economías del futuro y del presente como China, EEUU, India, etc, van a desarrollar ambas tecnologías pero han elegido la fotovoltaica para obtener los resultados al menor plazo posible. Un claro ejemplo de la diferencia de una tecnología u otra es el rechazo de la Unión Europea por la termosolar. Prácticamente la abandona. Teniendo en cuenta que España es ahora el mayor productor de esta tecnología, la AIE afirma en su informe que Estados Unidos le quitará el liderazgo más pronto que tarde.

Europa pasará de ser la región líder en 2013 en termosolar, gracias a los 2,3 Gw de potencia instalada en España, a ser el vagón de cola en 2030. Pero cuanto más tiempo pase será peor. Para 2050, las diferencias serán abismales frente a otras potencias como EEUU, Oriente Medio, China, India incluso África (ver gráfico).

En definitiva, la termosolar parece que no encontrará su hueco porque técnicamente es muy cara y porque no es válida para desarrollarse en cualquier zona del mundo. Ahí está la previsión de 1.000 Gw en todo el mundo para 2050. Y por eso, el futuro, según la AIE, es de la fotovoltaica.

Fuente: Elperiodicodelaenergia.com

¡Atención! Este sitio usa cookies y tecnologías similares.

Si no cambia la configuración de su navegador, usted acepta su uso.

Acepto